La viruela del mono podría afectar tu salud mental más de lo que imaginas. Aquí te contamos por qué es importante.
Recientemente, se notificó un probable caso de viruela del mono (mpox) en Oaxaca, México, lo que ha llevado a las autoridades sanitarias a enviar la muestra al Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE) para su análisis. Este acontecimiento resalta la creciente preocupación sobre el impacto que puede tener esta enfermedad en la salud pública, no solo en términos físicos, sino también en el ámbito de la salud mental. Las implicaciones psicológicas de una enfermedad contagiosa como la viruela del mono pueden ser más significativas de lo que se podría pensar. Más información disponible en El Universal.
Entendiendo la viruela del mono y su incidencia en la salud pública
La viruela del mono, aunque raramente vista en comparación con otras enfermedades virales, ha resurgido en diversas regiones del mundo. La posibilidad de un aumento en los casos de contagio genera preocupación que trasciende la salud física, incidiendo fuertemente en el bienestar psicológico de las comunidades. Ante un brote, los miedos y ansiedades se amplifican, y esto puede dar lugar a problemas de salud mental.
El impacto del miedo y la incertidumbre
Las reacciones emocionales frente a una enfermedad contagiosa son comunes y variadas. La incertidumbre sobre la propagación del virus puede provocar ansiedad, depresión y un estado constante de alerta. La preocupación por la salud propia y de los seres queridos puede llevar a un aumento en los niveles de estrés, lo que podría agravar trastornos mentales preexistentes o incluso provocar nuevos problemas psicológicos.
Estigmatización y su efecto en la salud mental
El estigma asociado a enfermedades infecciosas puede ser severo. Las personas diagnosticadas con viruela del mono, o incluso aquellas que se sospecha puedan estar infectadas, pueden experimentar aislamiento social. Esta reacción social puede generar sentimientos de soledad, rechazo y pérdida de autoestima, afectando significativamente la salud mental. Este fenómeno es conocido y estudiado dentro de la psicología, destacando cómo el entorno puede influir en la percepción que tiene una persona de sí misma y su bienestar emocional.
Estrategias para manejar el estrés y la ansiedad
Ante situaciones de brotes de enfermedades, es esencial que las personas cuenten con estrategias efectivas para manejar el estrés. Algunas de estas estrategias incluyen:
- Ejercicio físico regular: La actividad física es conocida por mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.
- Técnicas de respiración y meditación: Estas prácticas ayudan a calmar la mente y a reducir los niveles de estrés.
- Conexión social: Mantener relaciones con amigos y familiares, aunque sea de manera virtual, puede ayudar a combatir la soledad.
- Información verificada: Mantenerse informado con datos precisos y actuales puede reducir la ansiedad que genera la desinformación.
La importancia de la acción comunitaria
Las comunidades juegan un papel crucial en la respuesta a cuestiones de salud pública. La educación y la comunicación abiertas pueden ayudar a desestigmatizar la enfermedad y fomentar un sentido de unidad. Integrar servicios de salud mental accesibles para aquellos afectados por la viruela del mono puede ser fundamental para que las personas enfrenten los retos emocionales que puedan surgir.
El papel de los profesionales de la salud mental
Los psicólogos y otros profesionales de la salud mental deben estar preparados para abordar las preocupaciones y displacer emocional asociados con brotes como el de la viruela del mono. Proporcionar esas intervenciones y apoyo psicológico puede ser decisivo para evitar efectos perjudiciales prolongados en la salud mental de los individuos afectados.
El efecto a largo plazo en la salud mental
Las experiencias estresantes relacionadas con un brote de enfermedad pueden durar mucho después de que el peligro inmediato haya pasado. El desarrollo de trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad generalizada y otros trastornos psicológicos pueden surgir de situaciones traumáticas asociadas a la enfermedad. La atención continua sobre la salud mental es crucial en la recuperación posterior.
Ejemplos de situaciones cotidianas
Las personas afectadas por el COVID-19 han reportado una serie de problemas de salud mental, que incluyen ansiedad y depresión. Estos ejemplos destacan cómo situaciones de crisis pueden tener consecuencias profundas y duraderas en la salud mental de los individuos.
Importancia del apoyo social y la comunidad
A medida que la situación epidemiológica evoluciona, el apoyo social se vuelve esencial. Fomentar diálogos abiertos sobre la salud mental y propiciar entornos donde las personas puedan expresar sus temores y preocupaciones sin juicio puede ayudar a construir resiliencia comunitaria.
Resumen de ideas clave
La viruela del mono representa una preocupación significativa no solo desde la perspectiva médica, sino también en cómo puede afectar la salud mental de las personas. La ansiedad, el miedo y el estigma son reacciones comunes que pueden llevar a problemas psicológicos graves. Es esencial que las comunidades trabajen juntas para promover el bienestar mental, educar a la población y ofrecer apoyo a quienes lo necesiten, al mismo tiempo que se gestionan los aspectos físicos de la enfermedad.
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Fuente: El Universal